lunes, 20 de diciembre de 2010

Aforismos retorcidos

Lo viejo y lo nuevo: Es curiosa la relación que existe entre lo viejo y lo nuevo; Nuestra interpretación de aquello, esta estereotipada bajo las concepciones cambiantes de lo viejo. Debemos distinguir entre dos concepciones distintas. En primer lugar aquella relacionada indefectiblemente con una variable temporal afirmada de la concepción sintáctica de lo contemporáneo. En otras palabras, asumiendo que existe algo así como una constante contemporaneidad, que sin embargo es constante no en cuanto que -siempre igual- sino mas bien en cuanto que -cambio constante-, es también la concepción de lo viejo y lo nuevo un concepto en cambio constante, variable según nuestra posición en la contemporaneidad. En segundo lugar encontraremos una concepción de lo viejo relacionada mas bien con un tipo de ideal. Una especie de idealización en el presente. Es decir encontraremos por un lado el tiempo, real, en su pasado, de lo viejo, y en segundo lugar lo viejo idealizado en la contemporaneidad. Curiosamente la relación entre estos conceptos, y su uso lingüístico-social son mucho mas complejas de lo que podríamos haber intuido en un primer momento. Así nos encontramos que mas allá de la primera variable, que es aquella relacionado con lo realmente viejo (es decir una bala, que efectivamente es de hace cincuenta años, de una campo de batalla de la segunda gran guerra), en el campo de la idealización contemporánea, es decir en la intervención de la contemporaneidad en la construcción ideal de la concepción de lo viejo, encontramos precisamente las construcciones mas extrañas e ilusionadoras de lo viejo.
Ocurre entonces que por ejemplo un dueño de un pub inglés, intentando hacer lucir viejo aquel lugar, es decir lograr evocar la viejedad en aquellos que lo frecuentan, hará intervenciones de acuerdo a un sentido en común que tenemos todos de lo viejo. Ahora, obviamente no es que lo viejo, lo sea en verdad en sí mismo, es únicamente una adecuación a la concepción, marcada por este sentido común. Siguiendo la misma línea encontraremos que esto viejo, en la época de la cual fue evocada, no estaba marcado bajo ninguna manera como algo que lucía viejo. Mas bien lucía nuevo.
De la misma forma encontramos que existen por ejemplo, marcas de cerveza, tales como a Paulaner, desde hace mas de quinientos años, que buscando explotar ésta condición de ventaja que tienen por sobre las demás cervezas, hacen lucir antiguo, lo que bajo ciertas concepciones en verdad tiene derecho o fundamento para lucir antiguo, lo hace también a través de su novedad. Una novedad antigua. Esto empieza a sonar paradójico; pero superando estas paradoja cortas y sin importancia fundamental para nuestro análisis llegaremos a conclusiones satisfactorias. Obviamente lo nuevo y lo viejo son construcciones de la contemporaneidad, y en su condición de tal no pueden evitar la idealización. Lo cual no nos debe hacer olvidar que existe efectivamente un continuum, el cual indefectiblemente hará lucir viejo lo nuevo, para que después podamos poner lo viejo como novedad, en un pub inglés por ejemplo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

A una Transeúnte - Charles Baudelaire


La calle, aturdida, aullaba a mi alrededor.
Alta, delgada, de luto ,con dolor majestuoso,
Pasó una mujer a mi lado, con mano fastuosa
Alzaba y mecía lo mismo festón que dobladillo;

Ágil y noble pasó, con piernas de estatua.
Mi alma no cesaba de beber de sus pupilas,
Cielo lívido con gérmenes tormentosos,
La dulzura que fascina y el placer que mata.

Un relámpago... ¡Y ya la noche! — Belleza fugitiva,
Mirada que me hizo renacer,
¿Es que no te veré más sino en la eternidad?

Desde ya, ¡lejos de aquí! ¡Demasiado tarde! ¡Quizás nunca!
Ignoro de donde vienes, y no sabes a donde voy,
¡Oh, tú!, a quien hubiese amado, ¡oh, tú que lo supiste!

(Elocuencia y coherencia de índole cuasi surrealista. Identificacion

del hombre con su nuevo entorno. Lo propio de la ciudad, ahora

objeto de poesías. Una vez mas la poesía se reinventó y demostró

lo bien que suele captar lo inobjetivable, lo no-aprehensible)

miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Elocuencia? ó conclusiones respecto a ideas poético-filosóficas profundas.

Partamos por el estar sentados esperando, - pero a nada. Esperando nada (que no es lo mismo que esperar la Nada).
Se me paso por la mente, que a quién antes se solía esperar era a un fin, un Dios, una ilusión, un -algo- mas allá. En ese caso no sería rara la expresión usada por Nietzsche, ya que dados los focos principales de su obra, podríamos hablar de un estado de disfrute. Un estado de goce y felicidad. Esperar nada, es bajo estos preceptos, similar a esperarlo todo, aceptarlo todo, festejarlo todo. La referencia es entonces bajo la lupa de una segunda o tercera lectura a todas luces a Aurora. Cabe recordar la conexión indirecta (o directa si se quiere) que esto tiene con la idea del ocaso; no es acaso en el momento justo en que Zarathustra pregona su amor al hombre y al superhombre que éste ya desea su ocaso. Un desear el ocaso como virtud moral inmoral.
En segundo lugar nombra mas allá del bien y del mal, que es precisamente una obra suya que hace referencia, al igual que todo su pensamiento filosófico-moral, a la renegación de los conceptos buenos y malos, en tanto que buenos y malos en sí mismos; idea que es similar acerca de su comprensión de lo justo en sí. Se refiere entonces tal como lo sospeché al estado en el cual está el sujeto, virtuoso, inmoral, -super.
Luego nos habla derechamente del goce, el cual obtiene tanto de la luz, o lo luminoso, cómo de las sombras, o lo oscuro, volviendo a situarnos de alguna manera en el amor al ocaso y a la luz, en oposición al amor anti-vida del cristianismo por la luz; enjuiciando por lo tanto a la sombra como malvada, mala en sí. En seguida comunica la idea del lago, lo cual puede parecernos trivial, sin embargo una breve referencia a su biografía puede bastaros para dilucidar aquello, y situarlo como algo a raíz de lo cual ejemplifica metafóricamente el goce. Se refiere también a mediodía, y posteriormente a tiempo sin meta. De lo cual se debe inferir la ausencia de razón o motivo. Un mundo desilusionado del motor o la razón última. Pero es el superhombre, o aquel que experimenta la idea acerca de él, que no se forma juicios de valor y que por lo tanto es capaz de apreciar lo dionisiaco en la vida misma.
En ultima instancia, la poética de Nietzsche presente en el extracto aquí tratado, se manifiesta con toda su grandeza dejando elocuencia en su estado mas puro. Zarathustra ging an mir vorbei. El profeta paso por mi lado. Lo he comprendido.
Ahora deberé desear mi propio ocaso.
Para devenir un otro.
Que al final puede que retorne infinitamente.