Lo Libertario
La palabra Libertario tiene una sola definición, comúnmente aceptada pero muchas formas de acercarnos a ella. Lo libertario, es lo del libertario. Y el libertario es quien defiende la libertad absoluta. ¿Ahora quienes son los libertarios?
Los obreros de Barcelona 1936, sindicalizados en la Confederación Nacional de Trabajadores, o CNT, se consideraban libertarios, y fueron ellos los protagonistas de la Revolución Española, aplastada por el ejército de F. Franco. O la semana trágica en 1910. Ellos también eran libertarios. O los libertarios rusos que en 1917 fundando el periódico GOLOS y desde las profundidades del tejido social zarista dieron pie a la verdadera revolución rusa. No la de la cual se adueñó el partido comunista por la represión y el asesinato meses mas tarde.
Los libertarios históricamente siempre han tenido una influencia de Bakunin y Kropotkin muy marcada, sin embargo hoy en día los podemos encontrar desde comunidades ecológicas, hasta colectivos artísticos. Los libertarios hoy en dia son muchas veces aquellas personas que buscan expresarse de manera distinta. Fuera de toda la farándula mediática, y fuera del circo político en el cual muchas veces nos sentimos atrapados. Los libertarios buscan construir tejidos y relaciones sociales que sirvan a la comunidad y puedan dar un punto de vista persona – persona. Y no medio – producto. Los colectivos y grupos libertarios buscan construir la sociedad desde sus bases. Desde nuestra verdadera esencia, hasta exteriorizarnos y crear relaciones sociales que sean beneficiosas para los que verdaderamente componen la sociedad.
Las bases de los tejidos sociales son lo que a diario podemos ver en nuestro barrio. Los trabajadores, las obreras, los estudiantes, los funcionarios, los mendigos hasta aquel perro que no es de nadie y que siempre ha estado ahí. La sociedad de hoy en dia nos atomiza. Nos aleja de todos. Nos amarra a la televisión hasta no saber como se llama el vecino, o la calle donde vive. Las amarras y las cadenas ya no son de fierro, ahora son mentales o robóticas.
La escuela, el campo, el mercado, la posta, la fabrica, el taller es donde pasamos la mitad de nuestras vidas, y lo harán nuestros hijos, y lo hicieron nuestros padres y abuelos. El tiempo consume y la miseria y la marginación son la misma. Los sueldos nunca suben, los precios nunca bajan. Es precisamente en nuestros lugares de trabajo o de estudio donde nos desenvolvemos como personas sociales. Y como tal deberíamos interactuar. ¿Ahora, hoy en día somos si quiera capaces de mirarnos a los ojos? Nada.
Los libertarios, en muchos casos, han descubierto que la cooperación, la solidaridad y la organización son vitales e indispensables para crear una sociedad más viva. Es a partir de estas bases que lo único que podemos hacer con el tiempo que pasamos siendo solo un numero más, dentro de una quimera monstruosa, es conociéndonos.
Claro, ese es un lado, por que para nadie es un secreto que algo mas que la pobreza ha golpeado la puerta del colectivismo y la autogestión. Debemos darnos cuenta de una vez por todas, que solo a través de solidaridad, organización y lucha podemos volver a ser primero personas. Y no números, ni banderas, ni naciones.