martes, 15 de marzo de 2011

La idea de Reconciliación en Hegel (Intermezzo)

Perspectivas Nietzscheanas (Continuación)


II.

W. Dudley establece una relación interesante entre el pensamiento filosófico de Hegel, el pensamiento de Nietzsche, y el concepto de libertad. Esta investigación establece que la fenomenología del espíritu como obra central de Hegel es a grandes rasgos un account de la libertad. Idea que resulta interesante desde dos puntos de vista. Por un lado lo relacionado con el espíritu absoluto (volveremos sobre aquello más adelante), y por otro la consideración de que la libertad verdadera es sólo alcanzable mediante el ejercicio de la pregunta filosófica (Nietzsche estará medianamente de acuerdo, a juicio del propio Dudley). Por lo tanto, Hegel se abre camino de ésta manera, para - a posteriori, insertar su propio trabajo filosófico relacionado con éste account de la libertad; o mejor dicho a mi juicio, su historia de la libertad del espíritu. Es lógico entonces pensar en que una buena parte de la fenomenología del espíritu está orientada a generar una especie de reconstrucción histórica, destinada a satisfacer variables y objetivos determinados, que le permitirán proyectar la idea final del espíritu absoluto. No obstante ¿Qué es lo que debe satisfacer? ¿Cuáles son los elementos a considerar?
El rol histórico de la fenomenología es importante para la concepción del espíritu absoluto por la razón que esgrime R. Valls Plana en su `Del yo al nosotros´:
“El ascenso de la conciencia al saber absoluto es un ascenso dialéctico y en este sentido queda ahí conservado. El espíritu tiene una historia que debe superar para comprenderse, pero al comprenderse no arroja su pasado por la borda, sino que lo retiene como naturaleza orgánica suya. La historia queda interiorizada.”
Según el mismo autor el centro de unidad de la fenomenología responde al “nexo entre esas dos dimensiones antinómicas bajo formula dialéctica” , las cuales explica en el párrafo anterior, y son aquellas referidas al “ser a la vez especulativo y empírico, sistemático y fenomenológico, lógico y experimental” .
Es entonces en esta fenomenología del espíritu, o según Dudley en este accountment of the spirit donde se comienza a presentar lo que para Hegel será el comienzo del advenimiento del espíritu absoluto, el cual históricamente ha sufrido lo paradójico del avance desde el medio de la antonimia mencionada. Sin adelantarnos en nuestro análisis hacia lo que será todo aquello referido al espíritu absoluto, debemos profundizar brevemente en lo que ya he expuesto a grandes rasgos, lo histórico de la fenomenología del espíritu.
El término conciencia, describe un status objetivado del ser humano en relación con su entorno. De hecho, cuando nuestra aproximación se refiere a un accountment histórico del espíritu, es de la misma manera un accountment histórica de la conciencia. Para Dudley, en su lectura de Hegel, el espíritu humano que nos diferencia de los animales es considerado not-natural . Para evitar caer en una contradicción, ésta lectura de Hegel establece precisamente que:
“Taken together, these two requirements entail that spiritual beings must be conceived in such a way that they internalize their connection to the natural world and thus come to be at home within it, but without lapsing back into a merely natural existence. Spiritual beings must be conceived in such a way that they achieve freedom through a positive reconciliation with the merely natural world from wich they differ, rather than through a negative flight from it.”
La contradicción es presentada en el apartado anterior de manera que se confrontan una natural existance, tomada como un a priori, con el recorrido en el tiempo del ser espiritual, el cual lo aleja y lo mantiene extrañado de su a priori. El párrafo citado ya deja entrever cierta referencia a la necesidad de una especie de reconciliación, que tiene que ocurrir históricamente, frente al tribunal del mundo (que es precisamente la historia) y para lograr tales efectos Hegel presenta la fenomenología del espíritu también cómo un accountment de la conciencia. Este `dar cuenta´ transcurre desde las fases más primitivas de la conciencia del espíritu, pasando por la intervención de la dialéctica hegeliana, hasta el inevitable advenimiento del espíritu absoluto, el cual encarnará la reconciliación de las antonimias presentadas. La reconstrucción histórica del espíritu es por lo tanto, también, una reconstrucción de la historia de la conciencia .
Dudley agrega en el siguiente párrafo: “The process of revising the conception of the spiritual until spiritual beings are understood to be reconciled with the natural world while preserving their difference from it comprises the entire philosophy of spirit” . De lo anterior podemos concluir que la naturaleza de la reconstrucción histórica del espíritu y su conciencia tiene como objeto lograr la reconciliación final mediante la revisión de la concepción de lo espiritual (the conception of the spiritual); tal accountment es precisamente la fenomenología del espíritu.
Tal como lo indica la palabra reconstrucción, la intervención hegeliana es entonces ciertamente performativa. En el sentido de que la reconstrucción implica construir algo donde ya ha habido construcciones anteriores, así fabrica una realidad nueva. Esta nueva realidad es aquella a la cual se le pretende adscribir, según Hegel, una cualidad diferenciadora. La cualidad provendría del comienzo del advenimiento del espíritu absoluto a través de la propia fenomenología. Esto nos indica que Hegel pretende introducir una superación de la contradicción entre teoría y práctica mediante un conocimiento que a la vez implique práctica. Una especie de conocimiento performativo teórico-práctico. Planteado desde un punto de vista teórico, con una evidente intención performativa en la práctica, dicho de otra manera.

viernes, 11 de marzo de 2011

Intermezzo: LA IDEA DE RECONCILIACION EN HEGEL

(Vamos a ir con algo de nietzsche contra Hegel ahora, ya anunciado mas atrás en el abstract, por lo cual se considera una lectura en tiempos de relajo, ya que el estudio de lo trágico en Nietzsche, si bien va a continuar, tendrá un Intermezzo. El texto está dividido en seis parágrafos y propone atacar la concepción hegeliana del espiritú absoluto, sobre lo cual mas adelante tendré una distinción que agregar, ya que dicha distinción no se encuentra en los parágrafos que siguen. Por último señalar que las citas incluídas en el texto están solo en el formato Word ya que aquí por x razón no aparecen. )


PERSPECTIVAS NIETZSCHEANAS


I.
Una idea clave en el pensamiento de G.W. F. Hegel es la idea de reconciliación. Nietzsche en cambio irá a prescindir de tal concepto, y argumentará, criticándolo, que ello forma parte de la moral de la compasión. Dilucidaremos en las páginas que siguen la disposición, veracidad y viabilidad de la crítica nietzscheana hacia el concepto de reconciliación tal como lo plantea Hegel. Uno de los objetivos secundarios será por lo tanto generar un contraste entre ambos pensadores, a partir del cual intentaremos abordar una teoría distinta de la reconciliación hegeliana.
Para tales efectos será menester comenzar con un breve repaso de la concepción de sujeto presente en ambos autores, para luego revisar la fenomenología del espíritu como reconstrucción histórica, y así plantear el problema del saber y la representación. Sólo a partir de éste punto podremos comenzar a preguntarnos por el concepto de reconciliación en Hegel. Veremos a), sus implicancias histórico-políticas, y b), la reconciliación referida al concepto de saber absoluto. En ese momento podremos plantear las condiciones de la moral de la compasión para ver la relación entre la reconciliación y tal moralidad. Al finalizar moveremos los términos de la discusión hacia la tragedia griega.
La noción de sujeto de Nietzsche, si bien es parecida en un principio a la de Hegel, o al menos así lo parece, llega a diferenciarse sustantivamente en cualquier análisis más profundo y exhaustivo. Ahora, resulta no menos importante, comprender algunos a priori, en una primera lectura no tan subterránea.
Bajo las comparaciones que se tienden a hacer entre los pensadores ilustrados, lo referido a Kant, tiende a estar en tela de juicio por la locación de la esencia fuera del sujeto , además de la justificación de la moral, lo ascético, y muchos otros temas en los cuales Kant pareciera ser incapaz de penetrar a fondo. Nunca logra superar realmente el pensamiento númico. En definitiva falló en ver lo que tanto Hegel como Nietzsche, sí lograron ver; a saber que la esencia del sujeto no está afuera del mismo sino que invariablemente, y de una o de otra forma, está adentro de éste. La idea de la esencia puede que en la actualidad sea un tema relativamente superado, aun así las implicancias filosóficas que tiene, son de consideración para la actualidad. Que la esencia esté dentro del sujeto, permite el paso definitivo del mismo hacia la autoconciencia, hacia el descubrir nuestra capacidad creadora, genuinamente humana; en cambio el creer que la esencia está fuera del mismo conlleva obviamente creencias religiosas teístas y creencias místicas, las cuales no son objeto del presente ensayo.
Además de lo señalado en el párrafo anterior, y concentrándonos ahora en los dos pensadores ilustrados que sí nos van a mantener ocupados, marcaremos algo que S. Houlgate expone en su libro “Hegel, Nietzsche and the criticism of metaphysics”, lo cual hace referencia a lo dinámico de la concepción de sujeto en Hegel cómo en Nietzsche. Escribe S. Houlgate: “Like that of Hegel, Nietzsche´s subject is dynamic; but, unlike that of Hegel, its dynamism is rooted in its instinctual life, rather than in its social and historical character.”
Así saltan a la vista dos elementos centrales en aquello que expone Houlgate. En primer lugar el hecho de que aquel sujeto que están concibiendo es en ambos casos dinámico, ya veremos las implicancias de ello. En segundo lugar hace la distinción aclaratoria que nos diferencia a Nietzsche de Hegel en lo concerniente a la raíz del sujeto dinámico. Podemos eventualmente agregar una tercera inferencia interesante; que está relacionada con aquello que se puede obtener al confrontar al sujeto pensado por Nietzsche y Hegel, con la raíz que se le asigna. De tal confrontación podemos sacar básicamente (entre otras) que lo dinámico con una raíz determinada (en este caso o histórica o instinctual) se encuentra en el propio sujeto. Existe por lo tanto una concordancia en relación con lo que expusimos unos párrafos atrás.
En relación con lo dinámico del sujeto, vale destacar un par de puntos. Nos preguntaremos ¿Por qué esta necesidad de dinamizar el sujeto? ¿Qué condición existe para que le encontremos esa explicación?
Lo que ambos pensadores están tratando de evitar, es asignarle al sujeto una característica que no sea adaptable a la condición dinámica de la naturaleza, de renovarse; en efecto a saber que todo vivo debe morir, a lo cual se le suele llamar `impermanencia´. Así, de alguna manera, ellos se aseguran, que aún hoy, y seguramente más adelante también, sus concepciones de sujeto puedan ser válidas en ese contexto de devenir un otro constantemente. El sujeto autoconsciente debe saber cambiar, ser dinámico, de acuerdo a las condiciones a las cuales está expuesto. Evidentemente una posición kantiana, respecto de este punto específico, difícilmente podrá sobrevivir al paso del tiempo y a la des-actualización del pensamiento religioso-dogmático. Porque no concibe un sujeto dinámico.
Quedan aun preguntas, tales cómo ¿Qué es una raíz histórico social? ¿Por qué Nietzsche concibe la raíz del sujeto dinámico como algo producto de lo instintivo? ¿Qué resultados arrojaría una comparación? Volveremos sobre estas preguntas por partes.